El arquero de River aprovechó su oportunidad y, antes del segundo gol argentino, atajó un mano a mano que dejó viva la ilusión.
La lesión de Sergio Romero, la convocatoria de Guzmán y los errores de Caballero en los dos primeros encuentros pusieron a los arqueros en el centro de todos los comentarios desde la previa del mundial de Rusia, pero esta vez se hablará del arco de la selección porque Franco Armani tuvo su oportunidad de ser titular y se vistió de héroe atajando un mano a mano que dejó con vida a Argentina.
El arquero que viste el buzo de River Plate se metió en la lista de convocados gracias a sus excelentes actuaciones desde que llegó al “millonario”, después de haber mostrado un gran nivel en Colombia, en el arco de Atlético Nacional. Eso lo llevó a ser el más pedido por los hinchas argentinos y una vez que llegó su chance no le pesó para nada.
Después del partido ante Croacia y con Caballero en el ojo de la tormenta, Armani se plantó en el arco con determinación en un encuentro decisivo y, si bien lo exigieron poco, mostró seguridad cada vez que le llegó la pelota. En la segunda parte le tocó ver como Nigeria conseguía el empate desde los doce pasos, sin poder detener el disparo, pero eso no le impidió agigantarse en el momento en que el equipo más lo necesitaba.
Es que cerca del final y minutos antes del gol de Marcos Rojo que depositó a Argentina en octavos de final, el 9 nigeriano, Ighalo, tuvo una situación clarísima por la banda izquierda pero el arquero lo espero, le cerró el ángulo de disparo, y entre su pierna y su mano izquierda evitó que se acabara la ilusión argentina. Una atajada clave que valió un gol y una clasificación a la siguiente fase.
